Actualmente, la tecnología está permitiendo a los ordenadores aprender y razonar como seres humanos, realizando funciones cada vez más sofisticadas. En este ámbito, uno de los sectores que está siendo más afecto a implantar y explotar estas aplicaciones tecnológicas es el bancario debido a los cambios que se están produciendo en sus canales tradicionales en cuanto a la captación, gestión y fidelización de clientes.
En este sentido, es de destacar la importancia que empieza a tener la inteligencia artificial en todos los departamentos de una entidad bancaria debido a que no sólo automatiza diferentes procesos, sino que además aumenta su eficiencia tal como sucede, por ejemplo, en el área de la gestión del riesgo crediticio, donde la inteligencia artificial es ya capaz de mejorar la predicción de riesgo de un cliente para la entidad y analizar así de forma inmediata si su operación es factible. Con ello los bancos persiguen prevenir de forma más contundente y eficaz la morosidad.
Y aunque la tasa de morosidad del sector bancario español se ha reducido hasta situarse en estos días por debajo del 7%, la ya existente hace que diferentes entidades financieras estén aplicando estrategias de recobro en un entorno digital, utilizando herramientas que permiten analizar la mejor forma de gestionar las distintas carteras con el fin de priorizar acciones de recobro más eficaces. Para ello, es conveniente balancear el análisis de las grabaciones con técnicas de inteligencia artificial y la gestión del personal ya que ambas juegan un papel clave para obtener una mayor recuperación, por lo que hay que crear estructuras organizativas, eficazmente formadas, adecuadas para este tipo gestión. Todo ello conduce a mejoras del ratio de recobro hasta del 100% dependiendo del tipo de cartera de créditos a recuperar entre otros aspectos.